Por unos meses se han mudado, pegaditos a mi casa, así que disfruto mucho de su compañía. Aunque reconozco que no tengo la paciencia necesaria para poder seguirles el tren, tanto a Joaquín como a su hermano Gaspar, cada uno con sus demandas, de acuerdo a la edad.
Este scrap también quedó sin publicar. Y está vigente porque siempre que ha dormido en casa, pide un cuento, después de haber jugado a todo lo que se les pueda ocurrir.
Ahora, Joaquín, pronto a cumplir sus seis años y antes de comenzar el primer grado, ya sabe leer bastante bien.